Los ayuntamientos de Peñamellera Baja, Peñamellera Alta y Ribadedeva celebran la disposición de los gobiernos de Asturias y Cantabria para dar forma a un protocolo de actuación que permita compartir servicios sanitarios en las zonas limítrofes. Pero los alcaldes son más ambiciosos. Proponen que esa colaboración se extienda al uso de las ambulancias, si es que este supuesto no estuviese incluido ya en los planes presentados este jueves tras la reunión mantenida en Santander por los consejeros de Sanidad de ambas comunidades.

Es decir, los regidores plantean el uso indistinto de los vehículos de transporte sanitario, ya tengan base en Asturias o en San Vicente de la Barquera, Cantabria. Es lo que valora el alcalde de Pemeñallera Baja, José Manuel Fernández. «Me gustaría que, de una vez por todas, en el tema de las urgencias las ambulancias pudiesen ser aquí como lo son en los Picos de Europa los servicios del 112 o el Greim, es decir, que no atendiesen a los límites geográficos cuando se trata de salvar vidas», valoró. Y es que apuntó que «en el tramo de carretera nacional que separa Panes de la autovía del Cantábrico, el 90% de los vehículos que circulan son conducidos por vecinos de Cantabria y, a pesar de ello, en caso de accidente siempre suelen ser remitidos al hospital del Oriente, a Cabueñes o al Hospital Universitario Central del Asturias».

Es por esto que Fernández no entiende cómo es posible que «tratándose de vidas, tengamos que estar más pendientes de la línea territorial en lugar de pensar en un mejor servicio para los ciudadanos». «Si hay un accidente en El Peral (Ribadedeva) y las ambulancias de la zona no están disponibles, la de San Vicente llegaría en pocos minutos. Esto es lo que debemos conseguir que se lleve a cabo», solicitó.

Por otra parte, el alcalde peñamellerano aplaudió la iniciativa de ambos gobiernos. «Es de agradecer la rápida respuesta, tras la reunión del consejero de Sanidad con los alcaldes de esta comarca recientemente, pero ahora esperamos que todos estos planteamientos no se queden en palabras», planteó. Y es que José Manuel Fernández pide que, «a pesar de que me consta que los trámites de la gestión de este tipo de servicios pueden ser largos, se pueda hacer efectiva esta colaboración de cara a este mismo verano».

Piensa que lo ideal para sacar el mayor provecho a este planteamiento sería elaborar «un protocolo ágil para que sea el médico de atención primaria quien decida la derivación a uno u otro centro hospitalario, en función de la gravedad». «No pretendemos trasladar a los ciudadanos a la sanidad cántabra, pero sí queremos que cuenten con la garantía de que, en caso de urgencia, podrán ser derivados a Torrelavega, o incluso Santander, centros que desde Panes se encuentran a una distancia de entre 25 y 35 minutos», detalló.

En la misma línea valora la iniciativa el alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás. Explicaba ayer que la derivación de enfermos al hospital de Sierrallana «es una reivindicación desde que se concedieron las competencias a las comunidades autónomas». «Es necesario concretar la posibilidad de que las ambulancias con base en Asturias puedan trasladar a los enfermos a Cantabria», insistió. En general, el protocolo que se plantea le parece en este sentido «muy positivo».

Por su parte el alcalde de Peñamellera Alta, José Antonio Roque, también valora positivamente la propuesta de los dos gobiernos aunque «siempre y cuando hablemos de urgencias». «No queremos que haya dudas de nuestra apuesta por el hospital de Arriondas», subrayó.

Grupo de trabajo

Los gobiernos de Asturias y Cantabria anunciaban esta misma semana la creación de un grupo de trabajo que aborde la mejora de los servicios sanitarios entre los municipios limítrofes de ambas comunidades. El consejero de Sanidad del Principado, Francisco del Busto, y su homóloga Cantabria, María Luisa Real, marcaron como objetivo en una reunión mantenida este pasado jueves en Santander que «los ciudadanos que tengan mejores posibilidades de desplazamiento a un hospital de otra autonomía puedan ser atendidos allí, aunque no sea su centro de referencia».

Referencias

El Comercio